Marlene Guevara tiene 27 años, estudió Relaciones Internacionales y actualmente es dueña de un localito de micheladas ubicado dentro del Embarcadero de Cuemanco en la CDMX (Blvd. Adolfo Ruiz Cortines s/n, Col. Barrio 18. CP 16034 · Xochimilco).
Su padre comenzó con una cervecería tradicional hace ya 8 años, sin embargo, ella decidió ir más allá; sirve desde las clásicas en vaso escarchado con limón, sal y chilito, hasta las de sabores más extraños y agridulces como mango, fresa, tamarindo, piña, mora azul, cereza y chicle con gomitas dulces.
“Al principio a los clientes les parecía algo muy exótico, pero yo les explicaba que solo es un coctel-michelada preparado con cerveza (clara u oscura), aderezado y decorado con botanas encima, desde papas fritas hasta cueritos o cacahuates o todo junto”. Uno de los ingredientes extra y un distintivo son el chamoy y la extra salsa. Marlene ofrece además alitas, hamburguesas y papas.
“Me parece que esta es una opción para quienes gustan de experimentar y probar nuevos sabores, así como de conocer la amplia variedad de cervezas y estilos que el mundo entero nos brinda.”
Para diferenciar y categorizar las distintas cervezas, los especialistas utilizan el término estilo, que se define a partir de factores como: color, sabo
r, fuerza, ingredientes, método de producción, receta, historia y lugar de origen.
No existe un criterio único o universal que establezca de manera tajante cuántos y cuáles estilos existen, pero una guía muy útil la constituye el Beer Judge Certification Program —bjcp—, formado por casi cuatro mil jueces de todo el mundo, que reconoce 23 estilos diferentes de cerveza, entre ales y lagers, cada uno con sub-estilos.
La palabra cerveza —según Joan Corominas— proviene del francés cervoise que, a su vez, viene del latín cerv-es ̆ia, voz de origen galo.
¿Qué dices? ¿Te animas a quitarte el calor con una michelada?
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