¿Para llevar o comer aquí?
A muchas personas a lo largo del planeta les agrada la pizza por sus sabores inigualables que combinados entre si forman una bomba de sabor que agradan a casi cualquier paladar que se aventura a probarlas.
Ya sea que degusten una pizza hecha en casa o bien en alguna pizzería cercana a su hogar, los sabores que han ido surgiendo son numerosos, existen las saladas, dulces, agridulces, mexicanas o de mariscos, poco a poco la invención de las personas que se dedican a la cocina de esta comida innovan con nuevas ideas y sabores.
Es por ello que, aunque la variedad sea extensa, la pizza queda encasillada en dos formas de verla y servirla, por un lado, tenemos la casera, hecha de principio a fin con utensilios e ingredientes que una persona elige para su preparación, por otro la hecha en grandes franquicias brinda al comensal una pizza en cuestión de minutos, por ende, las ventajas y desventajas de cada una pueden influir al momento de querer satisfacer este gusto culinario.
Al preparar una pizza casera, las personas que la consumirán tomaran la decisión de que ingredientes tendrá, se aseguraran que la frescura de los ingredientes sea la adecuada para que el estilo personal reluzca más al momento de comerla, las combinaciones son prácticamente infinitas en consecuencia esta pizza tendrá de principio a fin su toque único.
Por otro lado, las grandes cadenas pizzeras ofrecen un producto pre hecho, es decir, preparado previamente por medio de maquinas que se dedican desde preparar la masa hasta adornar la pizza para que luzca mejor, entre los ingredientes que se encuentran existen una variedad de conservadores y aditamentos que funcionan para darle mas 
color al queso o mantener los ingredientes frescos aún después de días de refrigeración. Esto se hace para ofrecer una comida rápida sin la necesidad de esperar tanto tiempo en su preparación como con su contraparte. Al final la decisión es tuya, lo importante es complacer tu paladar y recordar que con panza llena corazón contento.
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